La PAC protege la calidad del suelo, vela por nuestro sustento y por la salud del planeta

Minimizar las agresiones al entorno y promover un modelo de producción de alimentos lo más respetuoso posible es un objetivo fundamental de la Política Agrícola Común. De la calidad de la tierra depende de forma directa nuestra alimentación, pues es la fuente indispensable para el crecimiento de las frutas, verduras y hortalizas que cada día consumimos; así como de las materias primas que se emplean para el sustento de la cabaña ganadera. Además, problemas como la erosión que afecta a distintas zonas de nuestra geografía pueden combatirse con unas prácticas agrícolas apropiadas; como puede ser un aporte adecuado de materia orgánica. Es por ello que la Unión Europea promueve e incentiva una agricultura y una ganadería que tengan en cuenta aspectos medioambientales. Es algo que resulta beneficioso para toda la sociedad, y que justifica más si cabe la existencia de estas ayudas!